miércoles, 13 de febrero de 2013

El poder de la historia



Siempre se ha dicho que la historia la escriben los vencedores, es una afirmación muy acertada, la historia se reescribe constantemente, primero se dan unos pasos y luego se cruzan los pies para dar otros, en un primer momento, al mundo no le importaba en absoluto lo que ocurría en Alemania allá por el año 1933, de hecho, lejos de horrorizarse o preocuparse por la situación, Adolf Hitler estuvo nominado al premio nobel de la paz antes de su invasión a Polonia, por aquel entonces, la historia se reescribía de una manera tajante, en cuestión de pocos años, cuando los nazis derrotados y moribundos, aprovecharon para desgranar las maldades de los campos de concentración y del horror del exterminio nacional socialista, hasta la invasión de Polonia, los nazis no importaban, da igual lo que ocurriese en Alemania, nadie se escandalizaba, pero fue con la victoria aliada cuando habría que ensalzar el valor, coraje y valores de los buenos, frente a la tiranía y holocausto de los malos. Desgraciadamente, la historia parece no enseñar nada, no indica el camino a los incautos que prosiguen el camino que sus abuelos hicieron un día, actualmente el sentimiento de indefensión es aún mayor, curiosamente contando con organismos internacionales de protección, como pueden ser la ONU y la OTAN, dichas organizaciones han demostrado y demuestran ser tan ineficaces e ineptas, que el sentimiento de peligro e indefensión constante se ha vuelto más agresivo, a medida que sus reuniones a lo largo de los años han sido infructuosas, las únicas decisiones importantes y contundentes fueron tomadas en base al petróleo y bienes naturales de importante adquisición para los Aliados, las únicas incursiones autorizadas, solo han tenido como objetivo un interés monetario para los países miembros, nunca éticos y en torno a la seguridad mundial, objetivo primordial y fundacional del organismo más grande y poderoso del mundo, organismo que ha demostrado ser igual o menos eficaz que su antecesor, la mal aventurada Sociedad de Naciones. Actualmente existe un peligro aun mayor que aquella Alemania Nazi que nadie tenía intención de atacar antes de su invasión de Polonia, dicho peligro se presenta en forma de régimen brutalmente hermético, una amenaza sectaria que trata a su pueblo como autentico ganado, por y para la guerra, por el bien del ejército y por la victoria de las ideas creadas por un loco en 1948, un loco líder supremo intocable e intachable que se encargó de extender la locura en todo su país y dejar un legado bien marcado por la desinformación y las duras represalias a sus detractores. Corea del Norte, presenta una amenaza mil veces superior a lo que cualquier peligro ha presentado jamás, disponen de un millón de efectivos en su ejército, bien preparado, debido a que la mayoría de su PIB va destinado para tal efecto, de hecho el lema del país lo deja bien claro, “el ejército primero”, mientras la población sufre hambrunas, enfermedades, falta de asistencia y un bloqueo de comercio internacional. Disponen de campos de concentración bien organizados, recientemente documentados con imágenes mediante satélites, campos de exterminio y genocidio más extensos y numerosos de los que nadie podía imaginar, zonas donde los opositores del régimen se apilan como ganado y se ejecutan sin ningún reparo, todo ante el conocimiento y ojos del mundo entero. Enriquecen Uranio y generan energía nuclear para fines bélicos, con constantes amenazas hacia occidente y remodelando sus diseños para crear artefactos de guerra más eficaces, pequeños y contundentes. ¿Qué hace el resto del mundo mientras tanto?, observar e ignorar, organizan reuniones de urgencia para tratar cada provocación o amenaza, imponen sanciones inservibles, condenan verbalmente cada movimiento y acto seguido continúan con sus apretadas agendas de comidas y recepciones, todo ello mientras el mundo entero teme un ataque de locura coreano. La historia, se encuentra en un punto latente, en estos momentos no pasa absolutamente nada por el hecho de que Corea del Norte posea campos de exterminio, no pasa nada ante el hecho de que su población esté siendo masacrada, maltratada o muera de hambre, no pasa nada cuando un loco con un arsenal militar inimaginable amenaza la estabilidad mundial, será cuando ese loco decida la invasión de su vecino del sur o cuando decida atacar a su enemigo occidental, cuando todos se pondrán las manos en sus cabezas, será cuando decidan intervenir y si finalmente resultan victoriosos, será el momento de transcribir la historia latente, será hora de poner en los libros como los valientes y bravos Aliados plantaron cara a los perversos coreanos y en un alarde de fulgor liberaron al mundo de la amenaza presentada, será el momento en que salgan fotos de sus campos de concentración y como sus salvadores registran cada palmo de tierra en busca de enemigos, la pasividad actual quedará relegada a un segundo plano casi inexistente y las futuras generaciones, sabrán mediante sus sabios libros de historia, que las naciones unidas dieron un paso adelante contra el mal y liberaron al mundo de sus miedos, pero los que vivimos en el punto intermedio de la historia siempre recordaremos que las naciones estaban acongojadas, intimidadas y desmotivadas ante la idea de actuar ante un enemigo de tal magnitud y de sus posibles consecuencias, al igual que las personas que puedan quedar vivas del 33, recordarán siempre como un tal Hitler no suponía ninguna amenaza, a pesar de sus acciones represivas y violentas dentro de Alemania y de cómo el mundo permaneció en silencio y no hizo absolutamente nada, hasta el día en el que el perro decidió morder y el amo sintió dolor. La historia la escriben los ganadores, ¿Qué nos deparará la historia futura?

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